Siempre hemos considerado que tanto fotógrafos como videógrafos de boda, tenemos un sexto sentido capaz de entrever todas las emociones que ocurren en un día tan especial, para poder anticiparnos a todo lo que ocurre a nuestro alrededor. La explicación… pues sinceramente no sabría darla. Supongo que es porque hacemos un trabajo que nos apasiona y queremos captar los mejores recuerdos, aquellos que permanecerán durante generaciones y que por lo tanto, deben reflejar esos sentimientos que afloran en una boda.
Si algo nos quedó grabado de Cris y Jon en su boda en el Monasterio del Espino y que intentamos reflejar en esos recuerdos, fue el amor que se transmitía en el ambiente. Cuando ves a todas las personas presentes disfrutar, emocionarse, reír y el cariño que desprendían hacia esta pareja, entonces te das cuenta, de las grandes personas que son.
Y si bien pudimos comprobarlo en la preboda en Londres que hicimos con ellos, retratar el día de su boda, nos hizo reafirmar aún más la opinión que teníamos sombre ambos.
BODA EN EL MONASTERIO DEL ESPINO
Habiendo compartido ya unas cuantas citas y un fin de semana londinense, el día de la boda de Cris y Jon, parecíamos dos invitados más. Fue tanto cariño y el respeto que tanto familiares como amig@s nos demostraron, que aún hoy se me dibuja una sonrisa de lado a lado cada vez que veo su vídeo de boda.
Pero hay más. Cuando Cris y Jon vieron el trabajo final de foto y vídeo, nos mandaron un mensaje transmitiéndonos todo su agradecimiento, con palabras que cuando empecé en este mundo jamás pensé que nadie nos diría. Y sinceramente, sino fuera por parejas como la que forman este par, nada de este trabajo que hacemos tendría sentido alguno.
En fin, que me pongo moñas y me voy por las ramas, que mi idea era contar la fantástica boda que una vez más, pudimos vivir en un lugar tan mágico y especial como es el Monasterio del Espino. Y que nada de esto habría sido tan bonito y tan sencillo de hacer, sin nuestras queridas Marketing for Lemons. La idea de casarse al aire libre y montar todo ese tinglado con las mágicas manos de las chicas de Fiore Bilbao, es de las mejores decisiones que una pareja puede tomar. Y si además, todo esto va acompañado (para los más dulceros), de un espectacular Candy Bar con pasteles y una tarta maravillosa elaborada por Martina de Zuricalday… ¿me podéis decir que puede salir mal? ¡Desde luego nada!
Y ya, para rematar esta preciosa historia de amor, os dejamos el vídeo de su boda para que seáis vosotr@s, quienes juzguéis si es verdad o no todo esto que os contamos. A día de hoy, seguimos manteniendo el contacto con esta maravillosa pareja y no podemos estar más agradecidos porque nos eligieran como sus fotógrafos y videógrafos de boda y por todo el cariño que nos siguen transmitiendo.
Cris y Jon, gracias infinitas, formáis un equipo fantástico.