Si existe algo que nos aporta nuestro trabajo, es conocer a personas que de otra forma nunca hubiéramos conocido. Al menos, de una manera tan personal.

Aún recordamos el día en que Sara nos llamó para decirnos que se casaba. Lo primero que se nos vino a la cabeza fue, ¿por qué nosotros? Y me explico.
Sara es la encargada de gestionar las bodas en el Hotel Landa de Burgos (entre otras cosas) y por extensión, la que conoce a multitud de fotógrafos de boda. Saber que entre tod@s nos escogió a nosotros fue una mezcla de subidón y responsabilidad. Y es que… no podíamos defraudar, ¡habíamos sido los elegidos! (plas, plas).

Nuestra relación con ellos se fue afianzando a medida que pasaba el tiempo. Alguna que otra quedada, mensajes, llamadas, la sesión de preboda… para nosotros este contacto es algo imprescindible para no ser unos completos desconocidos de cara al día de la boda. Y es gracias a esta relación previa, por la que hemos podido descubrir que la leyenda de que los polos opuestos se atraen, es más que cierta. Por un lado, ella es serenidad, templanza, moderación… y por su parte, él es pura alegría, entusiasmo, energía… En definitiva, creo que nunca habíamos dado con un equilibrio entre dos personas tan perfecto (y tan bonito).

Para el día de su boda todo estaba organizado al detalle. Sara eligió un precioso vestido de Alicia Rueda diseñado especialmente para ella. Pero para sorpresa de tod@s, este no fue su único vestido. Le pidió a Alicia que también le diseñara un mono blanco de novia para el baile que no podía quedarle mejor. Sinceramente, ¡nos encantan las novias atrevidas y con pantalones!

Del peinado y el maquillaje se encargó Virginia, de Virginia Melón Estilistas. Sin duda, tanto ella como sus compañeras son unas magníficas profesionales con las que tenemos la suerte de contar en Burgos. Y sí, dejaron a Sara y a su mamá espectaculares. :)

De la decoración floral y el ramo se encargó nuestra querida Macarena de Floristería Palmero, ¡una artistaza donde las haya! Y como no, el convite y la celebración tuvieron lugar en el Hotel Landa. Un lugar con múltiples posibilidades si quieres celebrar tu boda en Burgos. A nosotros personalmente nos apasiona esa piscina taaaan maravillosa donde posteriormente tendría lugar el baile, ¿acaso hay algo más bonito y mágico que un baile en una piscina de estas características?

Si ya era suficiente con la localización y esta preciosa pareja, tuvimos el mejor material con el que un fotógrafo puede trabajar, sus emociones. Y es que es una pareja que no se quedó nada dentro. Vimos lloros, abrazos, sonrisas, carcajadas… todo lo necesario y más, para sacar una imágenes inolvidables.

Gracias Sara, gracias Jorge, por darnos tanto, ¡fuísteis amor a primera vista!

Y a vosotr@s, nuestr@s querid@s millenials, si os quedáis con ganas de más no os pogáis nervios@s, en poco tiempo publicaremos el vídeo de su boda y la sesión de postboda (Bruuutal….!!)

 

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